En la 39 reunión CCP.I de la OEA – CITEL, 210 personas de 20 países de la región y 15 organizaciones acordaron resoluciones y recomendaciones sobre el combate a la piratería en las Américas, mediante el documento presentado por la CERTAL y la Dirección Ncional de Telecomunicaciones (DINATEL) de Uruguay.
El documento ataca directamente el flagelo mundial de la piratería en sus diversas modalidades y pone en conocimiento público las acciones y recomendaciones para que todos los países de la región tengan herramientas para detener este avance. El mismo incluye las recomendaciones para la adopción de nuevas regulaciones y/o leyes de parte de los gobiernos y de acciones de parte del sector privado, con el fin de desalentar este tipo de prácticas y estar en el frente de batalla contra la ciberdelincuencia.
Según palabras de Pablo Scotellaro, presidente Ejecutivo de CERTAL, «Quiero expresar mi más sentido agradecimiento a Sergio Piris, Secretario General de CERTAL; Guzmán Acosta y Lara, Director de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones de Uruguay – DINATEL; Oscar León, Secretario Ejecutivo de la OEA/CITEL y a todo el equipo que trabajó en el mismo por su capacidad, profesionalismo, entrega y esfuerzo para lograr este gran objetivo de nuestro Centro de Estudios».
Los servicios que corrompen la Ley son llamados ciberdelincuencia. La misma explota de manera económica los productos o contenidos y donde, en algunos casos, las webs piratas forman parte de grupos organizados a nivel internacional, robando datos de los usuarios, obteniendo ingresos a través de la publicidad, comisiones o pagos que ofrecen los ciberlockers (sistema de almacenamiento virtual en el que se alojan contenidos para ser distribuidos de forma ilegal), o modelos de suscripción donde el usuario paga directamente al pirata un importe que le permite suscribirse al canal y tener acceso a los contenidos ilegales que allí se reproduzcan.
Por otra parte, la evolución tecnológica no se acompaña con las leyes y no tiene una réplica legal inmediata en cuanto a regulación. Hoy día hay muchos vacíos legales que tardan en ser cubiertos, lo cual se convierte en una oportunidad para la práctica de la piratería online, constituyendo un negocio con amplios márgenes de beneficio para los piratas y grandes pérdidas económicas para la industria audiovisual y los países de la región.